Rafa Pagán, MSc, PMP®, PMI-ACP, MCT, MCTS, MCITP, CSM, Comptia CTT+.
Consultor de Negocio Senior, Docente y Director de Proyectos
El cambio en las organizaciones debido a la orientación al cliente y la búsqueda continua de diferenciación, junto con el objetivo de obtener una buena rentabilidad en un mercado muy competitivo, provoca que la Dirección de Proyectos sea hoy una disciplina más necesaria que nunca.
Trabajar con equipos distribuidos, la gestión de los especialistas fuera de la empresa, la deslocalización y el cambio en las metodologías de trabajo con el incremento del uso de tecnologías y su enorme potencialidad, son los factores que provocarán la diferenciación de las empresas frente a su competencia.
En un reciente informe de The Economist - Intelligence Unit (EIU) patrocinado por Microsoft titulado “Changing roles: How technology is transforming business functions” se señala que las organizaciones están utilizando la tecnología para crear nuevos modelos de negocio. Estos nuevos modelos tienen como características que las empresas están cada vez más cerca y cada vez más centradas en los clientes y se preocupan, prioritariamente, de mejorar la productividad y la innovación.
Esta es la cara positiva de los cambios que se generan en las empresas ayudadas por la tecnología, pero el impacto negativo es la complejidad de las funciones del trabajo y la dificultad de los empleados para mantener las habilidades al día. A ello se suma la alta exigencia de los clientes, sus elevadas expectativas y el cambio global en la cultura del trabajo.
El informe señala cuatro hallazgos clave:
1. El trabajo se hará cada vez más complejo. Las cargas de trabajo aumentarán para cada individuo, debido a la necesidad de gestionar de manera rápida gran cantidad de información y de realizar las tareas respondiendo en tiempo real. A ello se añade una mayor demanda de colaboración.
2. La falta de tiempo es el mayor desafío en el futuro. La capacidad de la tecnología para ayudar a las personas a “hacer más con menos” no siempre permitirá a los ejecutivos ahorrar tiempo.
3. La colaboración es fundamental. El trabajo en equipo es ya el modo normal de trabajar, tanto a nivel local como global. La colaboración es la mejor manera de aprovechar al máximo la experiencia individual, de responder rápidamente a los problemas que se generan en el negocio y de impulsar la competitividad. Los departamentos de Recursos Humanos deben promocionar a los especialistas y profesionales autónomos y empleados que tengan las habilidades necesarias para trabajar en un entorno colaborativo con el uso de las tecnologías.
4. La mejor manera de avanzar en los objetivos profesionales es conseguir nuevas habilidades tecnológicas.
Las herramientas tecnológicas pueden hacer que sea más fácil responder a las cambiantes necesidades del Mercado, aprovechar ideas y gestionar datos de gran magnitud. También tienen el potencial de ayudar a los ejecutivos a alcanzar sus metas de generación de nuevos productos y servicios y a las empresas a gestionar los equipos más grandes, mejorando la promoción y los salarios de sus miembros y mejorando también el rendimiento de las unidades de negocio.
Los responsables de los Recursos Humanos tendrán que tener una mejor comprensión de la experiencia de los individuos. Además, deben permitir a los profesionales centrarse en lo que son buenos y en lo que están interesados. Pero desgraciadamente, aún en los departamentos de Recursos Humanos de las empresas no se dispone de las estructuras para establecer objetivos y medir el desempeño. De esto son conscientes los empleados y responsables de estos departamentos, que viven los cambios con enorme emoción y como un increíble reto, pero siendo conscientes de que parten de una gestión tradicional obsoleta ya desde hace tiempo.
En cierto sentido, el negocio es cada vez más sencillo ya que se centra cada vez más en el cliente. "El cliente es el nuevo director general".
Dana Landis, Vicepresidenta de Korn Ferry Institute señala que “la empresa necesita personas que tengan una mayor tolerancia al riesgo. Tienen que ser capaces de manejar la variabilidad y la ambigüedad”.
Por otro lado, la tecnología puede mejorar la satisfacción en el trabajo. Ayuda a las empresas a ser más proactivas, predictivas y productivas.
El reto para las organizaciones es dejar a los ejecutivos que aprovechen el ahorro de tiempo que permite el uso de la tecnología para hacer una pausa y reflexionar sobre el negocio en lugar de sólo asumir más trabajo.
Como consecuencia de todo ello, también habrá nuevos modelos de empleo cada vez más arraigados en el Mercado, tales como la incorporación temporal de especialistas con experiencia sólo cuando sea necesario en las empresas y de personas con habilidades en el uso de la tecnología trabajando deslocalizados para varios clientes.
El Dr. Frey, co-director, del “Oxford Martin Programme on Technology and Employment” en la Universidad de Oxford señala que durante las próximas décadas, un 47% de los empleos en Estados Unidos serán susceptibles de automatización, por ejemplo en áreas como el transporte, la logística, el back office o las ventas. Sin embargo, cree que es poco probable que las personas cualificadas sean reemplazadas en sus trabajos profesionales por las máquinas en las próximas dos décadas.
Los especialistas senior son extremadamente útiles para volcar su experiencia y conocimiento en los equipos de trabajo junior.
Lo sabemos desde hace tiempo, la tecnología irrumpió en el puesto de trabajo para quedarse y cambiarlo todo. El trabajo colaborativo en la nube, el manejo de ingentes cantidades de datos, la introducción de nuevos modelos de negocio más centrados y cercanos al cliente y las aplicaciones colaborativas para mejorar la eficiencia han llevado a las empresas a la contratación de expertos que se manejen muy bien con las tecnologías y trabajando en equipo. Y de esto está ya siendo consciente cualquier empleado de una empresa local, que ve cómo el mundo profesional se abre al mercado, a la gestión y a la visión GLOBALES.
En este escenario, los Directores de Proyectos debemos jugar un papel más activo del que tenemos actualmente en las Organizaciones, convirtiéndonos en artífices de los cambios que necesitan las empresas. Para ello, debemos desplegar nuestras habilidades en la doble vertiente de gestores y agentes del cambio, para lo cual necesitamos indiscutiblemente una orientación al negocio (Business Analisys) y al cambio organizacional, convirtiéndonos en lo que algunos denominan Directores de Iniciativas en lugar de Directores de Proyectos.