Alfonso Arias Aguilera, PMP
Manager en BBVA
Me gustaría ilustrar en este artículo algunos de los motivos que en mi opinión han hecho de PMP un referente mundial en la gestión de proyectos.
En primer lugar, PMP está basado en las mejores prácticas, es decir, en miles de proyectos reales que han sido analizados para averiguar que tienen en común los proyectos exitosos y que factores hacen que los proyectos fracasen. Pensemos en la cantidad de proyectos por los que pasamos a lo largo de nuestra carrera profesional, la mayoría de ellos son muy similares y aún así seguramente muy pocos pueden catalogarse como exitosos, sin embargo, casi nadie se para a pensar en los motivos que han llevado a que el proyecto fracase, que es lo que hemos hecho bien y que es lo que hemos hecho mal, como podemos mejorar para no cometer los mismos errores en el futuro.
Pues bien, este sencillo razonamiento si fue tomado en serio por algunas personas que se dedicaron a analizar diferentes proyectos y vieron que los fracasos y los aciertos siempre se debían a lo mismo. Sintetizaron las mejores prácticas en unos procesos con sus entradas y salidas que debían seguirse para llevar a buen puerto cualquier tipo de proyecto.
Cuando uno examina los procesos descritos en el PMBOK se da cuenta de que algunos de esos procesos ya los usaba en los proyectos en los que trabajaba, quizás, no los conocía con ese nombre ni tenían las mismas entradas y salidas pero en esencia eran lo mismo. De hecho, puede que algunos de estos procesos formen parte de la metodología de la organización donde se trabaja y por tanto sean de obligado cumplimiento. Incluso yendo un poco más lejos podríamos medir el grado de madurez de una organización comparando como de aproximada es su metodología con respecto al PMBOK.
En segundo lugar, PMP es un enfoque muy general sobre la gestión de proyectos. La propia definición de proyecto según el PMBOK es bastante genérica: "Un proyecto es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único". Esto ha hecho posible que no solo se vincule a PMP con el sector de las tecnologías de la información sino también con otros sectores: obras públicas, industria, etc. Podría decirse que PMP es aplicable a todo lo que hacemos en nuestra vida si lo enfocamos como un proyecto: irse de vacaciones, comprar un piso, organizar un evento, etc.
Solo hace falta enumerar las áreas del conocimiento que abarca PMP para darse cuenta de lo completo y general que es: RRHH, alcance, tiempo, coste, calidad, comunicaciones...
En tercer lugar, PMP da una importancia decisiva a todo lo que tiene que ver con la gestión de las personas para la consecución de los objetivos del proyecto. No solo hablo de los recursos humanos y los stakeholders sino también de las comunicaciones entre las personas. En mi opinión, la forma tradicional de gestionar proyectos no hacía mucho hincapié ni en el equipo de trabajo ni en las personas a las que el proyecto afectaba ni en cómo se comunicaban unas con otras, sin embargo, cada vez con más frecuencia queda patente que sin unas comunicaciones, un equipo de trabajo y unos stakeholders bien gestionados conseguir los objetivos del proyecto resulta poco menos que imposible. Tal vez este punto se ha hecho más evidente gracias a la globalización ya que estos tres factores: comunicaciones, equipo de trabajo y stakeholders se vuelven críticos en proyectos grandes donde intervienen diferentes países y culturas.
Otro punto a tener en cuenta es que normalmente estos aspectos son sobre los que más libertad de movimientos tenemos los directores de proyectos ya que normalmente el resto: plazo, coste, alcance, calidad suelen venir en mayor o menor medida "impuestos".
En definitiva, PMP es hoy un referente mundial en la gestión de proyectos ya que se basa en la experiencia de muchos proyectos, es aplicable a cualquier sector y tiene en cuenta a las personas que son el factor más importante en el éxito o fracaso de un proyecto.