“Aprender algo, si hay que aprenderlo bien, hay que hacerlo con alegría, que es cuando se aprende, es cuando te da gusto”.
Esta cita es del neurocientífico Francisco Mora, que dice que considerando que aprendemos y enseñamos a través de nuestro cerebro, conocer sus funciones es evidentemente, la única forma de anclar la enseñanza sobre bases sólidas y no sobre opiniones.
Los estudios de neurociencia indican que antes que seres racionales somos seres emocionales. Todo lo que nos entra por los 5 sentidos, pasa por el tamiz de lo emocional antes de que se le imprima un significado, un color, si es bueno o malo, si hay recompensa o castigo…por eso se dice que no hay razón sin emoción. No existe pensamiento sin antes estar teñido por la emoción.
Tanto en la enseñanza escolar como en la empresarial debemos pasar lo que se enseña por el filtro de la emoción. Solo se puede aprender aquello que te llama, que te dice algo. Aquello que rompe el esquema, aquello que destruye la monotonía. ¿Y qué es lo que despierta la atención?